El defensa fichado por Mateu Alemany que marca en los partidos más decisivos

Andreas Christensen se ha erigido en el rematador especialista del FC Barcelona. El central danés ha emergido, curiosamente, como pivote en el tramo decisivo de la temporada. Si once Christensens integrasen el equipo titular del Barça, otro gallo habría cantado en la Champions League y el clásico de Liga. El zaguero de 28 años ha abierto la lata en el partido contra el Girona en Montilivi (0-1). El equipo de Xavi Hernández se ha adelantado a los tozudos fugazmente hasta el empate instantáneo de Artem Dovbyk (1-1). Robert Lewandowski ha impartido justicia al filo del descanso por medio de un penalti (1-2).

No deja de sorprender con sus nuevas facetas el ex del Chelsea, fichado en 2022 por el otrora director deportivo barcelonista Mateu Alemany. Primero, demostró sus dotes de mediocentro improvisado y aportó más equilibrio al centro del campo. Después, se vistió de cabeceador por excelencia en las acciones a balón parado. Ahora, Christensen también luce como 9.

Golazo a lo Lewandowski

En el minuto 3 del derbi catalán, el 25 azulgrana se ha desmarcado en zona de tres cuartos y Lamine Yamal le ha filtrado un pase perfecto. En la frontal del área, el mediocentro ha bajado el pase con el pecho. Sin dejar caer el balón, ha conectado una volea cruzada y rasa con la pierna derecha, imposible para Paulo Gazzaniga. Un tanto de muchos quilates que habría firmado el mismo Robert Lewandowski. 

Minutos más tarde, el mismo Andreas ha enviado un cabezazo a la salida de un córner que el guardameta ha sacado sobre la línea de gol. De poco ha servido el gol abrelatas a la postre, pues Dovbyk ha restablecido las tablas en la siguiente jugada. 

Los jugadores del Barça festejan el gol de Andreas Christensen en el derbi contra el Girona EFE

Como tampoco valieron las dianas contra PSG y Real Madrid. El defensor internacional con Dinamarca marcó el tanto de la victoria en la ida de los cuartos de final de Champions League (2-3), de remate de cabeza a saque de esquina. Del mismo modo anotó el gol inicial en el clásico del Santiago Bernabéu, mediante un cabezazo al segundo palo. Sin embargo, tanto en competición europea como en Liga, dichas dianas resultaron estériles.